EL MAL-LLAMADO MERCADO LABORAL
Si los mercados son libre-mercados, y el laboral no es libre, pues entonces tampoco es un mercado. Hace poco me tocó tocarles las narices a los unos, y el sector funcionarial se dió por aludido. Hoy voy a tocárselas a los otros, y el que se dará por aludido será el sector sindical. Y aunque es público y notorio que los segundos solo defienden a los primeros, voy a decir lo que me dicta mi muy pobre y humilde lógica y lo que permite mi libre albedrío en cuanto a decisiones u opiniones toca. Y me voy a arriesgar a decir lo que pienso, aún cuando sea reo de crucifixión.
Miren ustedes: ¿No existe el libre-comercio?.. ¿No rige en todo la ley de la oferta y la demanda?.. ¿No estamos en un libre-mercado?.. ¿No perseguimos la libertad de horarios comerciales?.. ¿No nos regimos por una libre-competencia?.. Entonces… ¿porqué no aplicar igualmente la libre-contratación regida por la misma ley de oferta y demanda?.. (ahora es el momento en que los anatemas truenen en las alturas, se rasguen los cielos y las vestiduras, lluevan las descalificaciones y se jure en arameo). ¿Cómo es posible tamaño desatino?, ¿A quién se le ocurre?.. Ya ven ustedes, yo solo lo digo por homologar todos los sistemas - productivos y de comercio - que conforman el modus vivendi, y comiendi, de tutti il mundi.
Vale, bien, de acuerdo, bueno… Yo solo sé que vamos a saltar los cinco millones de parados, y que ni las reformas laborales del gobierno, ni las encontradas por interesadas posturas tanto empresariales como sindicales, han dado, ni creo que vayan a dar, resultado alguno. Por un lado, se intenta forzar un modelo laboral que no responde a las necesidades del trabajador, si no a los privilegios de los estamentos que se disputan el derecho a representarlo o a contratarlo. Y por otro lado, se maniata cada vez más con reglamentos, leyes, convenios, normas, formas y reformas, un mercado laboral que ha de vivir en y de un mercado cada vez más liberal y liberalizado. Y se proclama que es tan solo para protegerlo del ogro empresarial, pero lo cierto es que se forjan cadenas que condenan y no liberan. Yo no estoy juzgando la bondad ni la maldad de los sistemas, pero sí que señalo la incoherencia, el anacronismo y la nula lógica de hacer convivir en un mismo mercado dos modelos opuestos en su filosofía de entender dicho mercado. Me pagan conforme a una regla pero produzco y consumo sin regla alguna. No sé si me explico…
Por ejemplo, me pregunto, ¿si el mercado se regula por la oferta y la demanda y los productos que se producen para ese mismo mercado han de competir en la misma libertad, cómo es que son producidos por una estructura rígida de ausencia de libertad en la contratación?.. O también, ¿qué tipo de libertad en precios puede asegurar la justa competencia cuando en su elaboración no existe la misma libertad y competencia?.. Yo se lo digo: en la cada vez menor calidad de los productos y en el cada vez mayor fraude, si no adulteración, en los mismos productos… ¿Qué no es así, maestro liendres?.. ¿Cómo se explica usted, entonces, el fenómeno made in China?.. Lo que no queremos darnos cuenta es que en un mercado globalizado, liberalizado y no protegido, nos ganan en competencia los que no tienen una rigidez laboral que los incapacitaría para ganarse la clientela del precio… de momento, al menos. Que por eso mismo hay muchas empresas españolas que fabrican sus productos tras la muralla, aún con su propio Certificado de Calidad si es necesario.
Pero aquí somos tan inconsecuentes que queremos cobrar nuestros buenos salarios protegidos para luego gastarlos primando productos que se fabrican en un libre-mercado salarial, y de paso, destrozar nuestro propio mercado y nuestro propio producto que producimos con nuestro propio salario. Muy inteligentes no somos… Por lo tanto yo no sé si es lógico y normal que, en estricta coherencia, exista una libertad integrada de mercados, ya que nosotros mismos así los usamos, y así nos aprovechamos cuando nos los ponen ante nuestras narices de consumidores.
Igual es que no sé explicarme lo suficientemente bien. Lo mismo es que no acierto a transmitir lo que yo tengo tan clarico, pero sí que entiendo que si una cuerda es totalmente rígida por un lado y flexible por el otro, no es una cuerda. Es un látigo. De forma que si protegemos nuestros salarios, habremos de proteger también nuestros precios, y si existe libre competencia en los productos, habrá de existir la misma libre competencia en su producción. Y que si para lograr lo primero, aplicamos la ley de la oferta y la demanda, para lo segundo tendrá que existir la misma ley que autoregule el mercado. Y si no se hace así, entonces es que es mentira. Normas, las mínimas, dijeron en Alemania, y visto lo visto, visto está que se equivocaron, porque van mucho peor que nosotros… Miren yo solo sé que esta mesa está coja, y que si no nivelamos las patas, no podremos comer en ella… Tampoco paella.
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