REGENERACIÓN
Me suelta un
amienemigo que me estoy convirtiendo en la conciencia de Pepito Grillo. Y me lo
dice así, con rentintín, con ganas, casi con maldad. Creo responderle que lo
importante es la conciencia, no el nombre de quién la lleva, o algo parecido.
Alguien que me acompañaba en ese momento se quedó un poco a cuadros. Eso es que algunos tienen el alma de
Pinocho, comenta divertido… Sí, contesto, y no les gusta que les toquen las
narices, porque es donde esconden las mentiras.
El tema del comentario del café
estaba pues servido, horneado y en su punto. El nerviosismo, los malos modos y
los pésimos tics de nuestros politicmen´s por un lado, y el desconcierto, el
desencanto y la indignación de la ciudadanía por otro… San cucufate encima y mi
hija en cueros, versión antígua de la actual: las elecciones encima y mi voto
en pelotas. Es tal la visión desastrosa de este circo, donde la porquería y la
desfachatez política campa sin miramiento alguno, que la gente piensa,
desconsolada (espero que no resignada), que es igual a quién se vote porque
nada se puede hacer… Tosoniguales es
el mantra nacional.
No sé… es posible que lleven
algo de razón. Puede ser… Yo, sinceramente, en todos mi años de vida, y ya son
muchos, no he conocido nunca, jamás, una situación de deterioro moral como la
que se vive actualmente. La falta de valores en la sociedad, el grado de
corrupción en la política, es tan enorme y generalizada que parece llamar al
pesimismo más que al optimismo. Postosoniguales,
como reza el mantra… Bien, pues entonces digo yo que habrá que
desenmascararlos, ¿no..?
Fíjense en la estampita que han
sacado al foro tras el podemos de los que han podido: Hoy se habla mucho de
regeneración. Todos los partidos venden su cabra llamada Regeneración. Unos con
caras nuevas y muecas viejas, otros con propuestas pseudonovedosas con trampa,
otros intentando vestir de nuevos modos viejos estilos. Regeneración es la
palabra que sale en todos los discursos de todos los políticos de todos los
partidos de todas las ideologías. Para regeneración, la nuestra, ñoras y ñores…
Mi regeneración es la auténtica, no compre malas imitaciones… Regenere con
nosotros… Se desgañitan los mercaderes del cuento entre los parroquianos del
zoco público.
Pero a mí me huele que, si no
todo, sí que casi todo, o mucho, es falso. Lo único que quieren los políticos
es seguir agarrados a las ubres del poder para seguir trepando, obteniendo
canonjías, privilegios y dividendos postcargo. Y si para eso tienen que parir
normas injustas, y torcer y manipular leyes para su exclusivo propósito, pues
lo hacen. Sin ningún pudor. Se nota en sus desgarradas luchas por sentar culo.
No lo disimulan nada. Y cuanto legislan va encaminado a su propio y exclusivo
interés.
Por eso, la regeneración ha de
ser ciudadana, no política. De una sociedad corrompida solo pueden salir
políticos corruptos, y éstos solo trabajan por y para sí mismos. La
desconsoladora imagen que vemos hoy es la de esa fatal realidad. Pero no
podemos, no debemos, cambiar el pellejo sin antes cambiar las tripas.
La sociedad, la ciudadanía, debe
regenerarse para que las leyes, las normas, todo, emane de esas mismas tripas
sociales, no de su pellejo político, cada vez más duro, cada vez más
insensible. Los políticos deben elegirse para servir al poder que salga del
pueblo, no para servirse del pueblo para obtener el poder. Eso es lo que hoy
está pasando. Por eso y para eso la víscera social, el pueblo, la ciudadanía,
debe comenzar estableciendo nuevas leyes y formas electorales. Y por ahí empezar
a cambiar todo lo podrido.
Ahora vengan esos enemiamigos y
me digan que me he convertido en un Robespierre… Va a resultar que ya me da
igual lo que piensen de mí. Es que yo, a mi edad, también me estoy regenerando.
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