A FUER DE SER SINCERO...

Me encuentro con un joven amigo, al que estimo, y me paro a saludar. Está acompañado por otro joven más joven, al que me presenta… “no, si lo conozco por lo que le leo”, se apresura a aclarar, si bien que, sonriendo, añade: “es un “móvers”, o eso creí entender. Al preguntarle qué era eso, se apresuró, muy amablemente, eso sí, a ilustrar mi muy supina ignorancia:
“Se llama “móver´s” al que, cuando la gente va hacia la derecha, él se mueve hacia la izquierda; y cuándo la gente se abre a la izquierda, él lo hace hacia la derecha”… La agradecí la explicación, pero le apunté una posibilidad que no se esperaba, haciéndolo reflexionar unos segundos… Bueno – le dije – bien puede ser una ilusión óptica posicional, ¿no?.. si la gente, como tú dices, va hacia un lado o hacia otro, como tú dices, y él no se mueve con la gente, que se queda quieto, siempre aparecerá a un lado o a otro de donde esa gente se haya movido.
Tras pensárselo con cierta sorpresa, pues creo que no contaba con esa contestación por mi parte, matizó, eso sí, claro, muy acertadamente: “¡hombre!.. no todo el mundo se mueve a la vez y a un tiempo a un lado y a otro, es una generalización no real. Hablo de mayorías… lo que quiero decir es que sueles desmarcarte del resto”… Le agradecí su tono sincero y sin censura, tan solo como una observación personal. Aún y así, añadí, cuando existe un movimiento de masas, una polarización, como lo que hay ahora, los no polarizados quedan en un indefinido lugar por el desplazamiento de los que se mueven, esto es, unos lo verán a su izquierda, y otros lo verán a su derecha. Pero todo es relativo.
“Es cierto – aduce – no lo había visto desde ese punto de vista… pero no me diga que no es lo que parece”…Claro que lo es, le confirmo coloquialmente, como alguien dijo: “las cosas no siempre son lo que parecen”, pero sí, lo confieso, en lo que a mí respecta tengo cierta tendencia a despegarme de la masa, eso es verdad. Cuando existen movimientos gregarios, casi siempre motivados por algún concepto interesado por ajeno, mi naturaleza me empuja a ir hacia el lado contrario, le reconocí… No se puede examinar el fenómeno si no es tomando distancia y cogiendo perspectiva… O, al menos, eso creo yo.
Se quedó pensativo, asintiendo lentamente con la cabeza… “No es una mal estrategia esa, pero debe sentirse muy solo, ¿no?.. algo así como un bicho raro”… Tuve que asentir que bueno, que sí, pero que eso iba con la nómina, y le añadí que, en principio, su análisis, así, a primera vista, no iba muy desencaminado, que es lo que suele parecer aunque no sea del todo así, pero que le agradezco su sinceridad por hacérmelo saber, si bien yo ya me lo barruntaba, y así me lo rumiaba. Son demasiados años andando un camino en la soledad de mí mismo, al fin y al cabo.
Pero es, también al fin y al cabo, un retrato cabal de la sociedad actual, no me digan que no…Yo no sé si el gregarismo que hay hoy en la gente ha existido antes a lo largo de la Historia… Es muy posible que sí, que siempre haya sido igual, si bien que con otras formas, otras maneras, otros moldes, revestidos de otros ropajes. Puede que así sea… Mientras existan las guerras, los conflictos en el género humano, es por la polarización negativa de esos mismos seres humanos. Y hoy, en la actualidad, existen a un nivel que amenaza incluso con una conflagración de muy mala baba.
A mí me gusta leer – me ha gustado hasta cuándo no sabía leer – pero no me gusta nada en absoluto lo que leo… Me estoy refiriendo, naturalmente, a los periódicos, informativos y desinformativos, diarios y desdiarios, redes y destríos, y abrevaderos varios de nuestro alrededor… Entre los bulos, face news, verdades a medias y mentiras completas, el mundo que hemos construido es de lo más destructivo, desde la política hasta el clima pasando por la economía… Si no es verdad lo que digo, no teman en llamarme embustero.
Otra cosa distinta y distante es que se justifique, por la parte que nos conviene, lo que no se haga, o que sí se hace, vale, pero bueno… No hay otra, esa es la realidad. Una manera de interpretar el fenómeno es que estamos ante un cambio de paradigma, y los seres humanos, cada vez menos persona y más gentificados, van/vamos como pollos sin cabeza de aquí para allá, dejándonos llevar por las corrientes que nos llevan y nos traen, a fin de sacar tajada de todos nosotros hasta que a la cucaña se le pegue el estacazo final por parte del animal cegato de turno.
El joven amigo del principio podrá juzgar, con todo su derecho, una visión pesimista (no creo que optimista) de nuestra realidad actual (pocos, muy pocos, poquísimos, la ven como realista). Sin embargo, sea como fuere, resulta hasta cierto punto lógico que me aparte de los vaivenes innecesarios a los que esta gentificación interesada afecta a la casi totalidad del ciudadanaje – pueden llamarlo paisanaje – o aquello que seamos. Y eso, aunque nos comportemos como los bancos de peces… Entenderá entonces que me aparte de los que me siento ya de por sí apartado. Otra forma de decirlo sería que me mantengo apartado de los que me apartan. Pero todo es pura semántica, amigo mío…
La realidad pura y dura es que procuro no apartarme CON la gente cuando se mueven compulsivamente a un lado u otro del espectro; un espectro cada vez más afantasmado, por cierto, y dicho sea de paso… Y, claro que me mantengo distante, que no al margen, pues todo me afecta igual que al resto de los demás… Lo único es que soy un blanco móvil – o inmóvil – cómodamente etiquetable y con una diana en la espalda. Y eso resulta muy conveniente a la hora de cada cual tratar de justificarse a sí mismo practicando el tiro en la feria… Pero, a mí me vale, ¿sabes?..
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com
Comentarios
Publicar un comentario