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TORRE-PACHECO, MURCIA, Spain
Escribidor, más que escritor, empresario, Juez de Paz de mi pueblo, colaborador de la fundación Entorno Slow, certificado por Global Reporting Initiative como técnico para sellos RSC - Responsabilidad Social Corporativa -, vicepresidente de COEC (Confederación Comarcal de Organizaciones Empresariales) y presidente local, tonto útil, etc...

martes, 14 de febrero de 2012

EL PESEBRE LABORAL

Sé muy bien que mi alegato sobre el libre-mercado no fue muy bien acogido. Lógico y normal, dado lo que hay. Luego vino la reforma laboral que hizo el gobierno, y fue como una mortaja para los sindismilis. Tampoco es que yo me vaya a mostrar a favor ni en contra, no se preocupen… No estoy por la labor de dorar la píldora a nadie, aparte de que no espero nada de nadie, ya que han demostrado que los políticos solo hacen el papel que les toca, y se contradicen a sí mismos según estén en la oposición o en el poder. Pero sí que tenemos grandes males encima que precisan grandes remedios. Y no grandes remiendos. Nosotros queremos arreglar nuestros enormes problemas con fórmulas viejas, con los parches de siempre, imponiendo bajo el chantaje de siempre – huelga general vá – modelos caducos que ya han demostrado que no sirven de nada. Pero seguimos amenazando y blandiendo la misma rigidez que nos lleva al huerto...
    Conozco personalmente más de un caso, muchos, muchísimos para mi gusto, de negocios rentables que los propietarios, bien por jubilación, bien por enfermedad, bien por razones personales, al no tener ningún heredero interesado, se los cede incondicionalmente a sus empleados para que puedan seguir viviendo de él, y que éstos han preferido el pesebrismo del despido y del paro. Prefieren cobrar de la olla grande y redondear con la economía sumergida. Clientes no les van a faltar (nosotros mismos) y es muy rentable. Es mejor que arriesgar y pagar impuestos, como sus exjefes hicieron por ellos. Son medularmente mezquinos, cobardes e insolidarios. Y deberían ser denunciados por sus propios sindicatos, y no cobrar ni un solo céntimo de unos fondos que otros mantienen para ellos y con los que ellos se niegan a colaborar…
    Yo me pregunto cuántos de estos hay agazapados en los más de cinco millones de parados que padecemos. Podríamos llevarnos un sorpresón. Sin embargo, los sindicatos callan, ocultan esta realidad, la minimizan o la disfrazan porque ellos son exactamente igual de pesebristas. Y puesto que claman tanto contra la empresa como contra la economía sumergida, deberían ser menos hipócritas y cínicos y comenzar por dar ejemplo desenmascarando esta vergüenza que cada vez abunda y se repite más dentro de sus propios sacos de corrupción y liberados hechos para cerrar los ojos y mirar para otro lado cuando esto pasa
    Y ya puestos, y una vez enfangados en meternos en la mierda hasta el gañote, la administración debería exigir servicios a la comunidad a cambio de cualquier paga recibida por paro, por después del paro, o por después de después del paro. Me dá lo mismo. Arreglar jardines, regar calles, limpiar aceras, traer y llevar abuelos al Centro de Día, ayudar a los dependientes en sus labores domésticas, hacer chapuzas, arreglos o mantenimiento de mobiliario, instalaciones y/o edificios públicos, asistir en colegios, juzgados, patronatos, ayuntamientos o perreras municipales… ayudar a misa si se es creyente o tocar las campanas si no se es creyente, a contar las palomas o hacer el mimo en la plaza, lo que sea, me dá igual… La filosofía es devolver a la sociedad parte de lo que la sociedad nos dá. No estar parado. Ésa sí es la justicia social, chaval.
    Les aseguro que habría menos paro. Más de lo que nos imaginamos. No sé porque me da a mí el tufo de que se reactivaría el empleo… O si no, pruébese lo que hacen en los países nórdicos, y verán como también funciona como la purga del tío Benito. Allí, a un parado no le falta de nada. Ni los garbanzos, ni el calzao y la ropa pá los críos, ni los libros, ni el agua, ni la luz, ni el gás, ni las melecinas, ni el peluquero, ni ná de ná de ná… Pero todo en especies, amigo mío. A lo sumo, algún vale social que otro para servicios concretos. Pero ni un solo chavo en metálico. Ni pá tabaco… O sea, se cubre cualquier necesidad pero con los bolsillos ligericos de lata… Y a los que solicitan chapa, pues, lo dicho, los ponen a sacar abuelos al sol o a quitar cacas de chucho de las calles… lo que haga falta, Peralta. Claro, eso se llama educación cívica, creo…
    ¿Por qué no lo hacemos aquí?.. ¿Acaso atenta contra la dignidad de las personas?.. ¿No es más indigno cobrar de la sociedad para no hacer nada por ella ni por nosotros mismos?.. ¿Acasos traicionar a esa misma sociedad que nos ayuda robándola y estafándole con la práctica de la economía sumergida sí es digno?.. Cuando los que representan y dicen defender los derechos de los trabajadores sean los primeros defensores y adalides de estos sistemas, empezarán a ser respetables. Mientras ocultemos y no denunciemos estas prácticas, todos seremos tramposos, embusteros y chapuceros. Y las organizaciones, que tienen la mayor responsabilidad en ello, solo demuestran que sus principios están pervertidos y trufados de intereses espurios… Por eso merecemos según lo que somos… Y tenemos según merecemos...

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