REGENERACIÓN DEMOCRÁTICA
Los pobres políticos se quejan amargamente de su mala fama. De su desprestigio. De su caída de aprecio ante la opinión pública. De que ya no los valoramos, si no todo lo contrario… Ángelicos míos, no será porque no se lo han ganado a pulso.
Ya forma parte de nuestro pan diario. Camps, Fabra, Costa, la trama Gürtel, el caso Brugal, Campeón, los Eres andaluces, el pisito del millón dollar´s baby del presidente madrileño, la hermanísima de la Sra. Valenciano y otros esposísimos de otras excelentísimas, de la nómina creciente de doña Cospedal, de los sueldos a nombres falsos en la fundación Ideas del Psoe, de los sospechosos e injustos indultos del ministro de la mal-llamada justicia, del escandaloso y misterioso patrimonio del Sr. Bono, del de los catalanes Pujoles, del caso Palau que apunta a Unió y afecta a Roca… y donde los ami/enemigos PP y PSOE se hermanan en el acuerdo de ponerse de perfil por no encabritar el deshonor del honorable, el caso Bárcenas que se intenta lavar con una auditoría interna que lo acondicione para la externa, cuando hasta el más negado sabe que los sobres B y el dinero negro nunca aparecen en una contabilidad como Dios manda… Y mil y un chorretes de mugre más que han empapado, empapan y aún empaparán la divisa política de este país.
Mucho estorbaba Garzón. A la vista está, si no. A los jueces superestrellas hay que estrellarlos antes que se estrellen ellos solos contra el muro de corrupción pública y hagan saltar algunos ladrillos importantes en el choque. Lástima de pared, coña… Mientras tanto, aquí pasa de todo: sumarios que se pierden, procesos que, ¡plaff!, explotan como pompas de jabón, testigos que se arrepienten, leyes redactadas a la carta, sentencias incomprensibles, fiscales desautorizados, tribunales recusados, indultos descabellados… Rian vá plus, no va más, que ya desbordan las fichas del tapete verde, y verde que te quiero verde, verde ladrón.
Los que antes – está grabado en las hemerotecas – apostaban, defendían y apoyaban la inocencia de sus chorizos, hoy reconvierten el discurso en lo de “que cada palo aguante su vela”, y se quedan tan frescos. Saben que la plebe adolece de ausencia de memoria histórica. Ni aún a corto plazo. Nada. Pero eso no los justifica. Carecen de autoridad moral, y solo convencen interesadamente a los suyos cuando ellos mismos intentan alzarse como garantes de la transparencia. No son creíbles. Es como el cuatrero que se autopostula para sheriff. Nani. Que no pué ser, nene, que no pué ser…
Hace falta una regeneración política y democrática como el comer. Alguno de los presuntos implicados, con más escamas ya que los dragones, como Griñán, y otros de la otra orilla del Mississipi, se apuntan sin empacho a este discurso. Es necesaria la regeneración democrática, dicen… pero con su culo pegado al ya recalentado sillón, claro, hasta que San Juan baje el dedo y el apocalipsis nos corte los pendejos de raíz. Per sécula, seculorum, a ver amén.
Pero no. Los cambios pueden hacerse desde dentro, pero las revoluciones se hacen desde fuera. Si los cambios los hacen los mismos, solo cambia para lo mismo.- Me han dicho que en Murcia han presentado, precisamente, un nuevo partido, el PRDE, Partido para la Regeneración Democrática de España. No sé… Me gustaría conocer su programa, saber de su ideario… Pero yo, de momento, le quitaría la definición de Partido, y le pondría Grupo, o Coalición, o nada. Todo lo partidista huele a podrido, a apaño, a corruptela. Es sinónimo de trepa, de aprovechado, de amiguismo. No, ya no… Es la hora de la gente capacitada y honrada. La hora de los carnets ya ha pasado.
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