PARAÍSOS FISCALES
Al principio fue el paraíso a
secas. Como no había que trabajar para comer, no había dinero, y al no haber
dinero, tampoco había impuestos. Creced y multiplicaos, había dicho el Yayo,
eso sí, no piquéis entre comidas y, sobretodo, no me comáis del manzano, que lo
he fumigao… Esa era la única
imposición. Por lo demás, Park Paradise Resort está a vuestra disposición y
servicio, no me andéis con gilipolleces y la caguéis… Pero, como no podemos
tener las manos quietas, pues nada, la
jodió la nenica, nos jodió la bicha y la y nos jodimos todos. Así que luego,
pues hale, a ganarse el chusco con el sudor de nuestro sobaco, para poder
trincar la pasta con que pagar al panadero…. Y ya se sabe que si uno cobra por
algo, paga impuestos por todo… Y de ahí los otros paraísos: los fiscales.
Hay muchos paraísos para el dinero sucio, traidor y
cobarde. Hay muchas islas: Jersey,
Shelleys, Malta, Belice, Caimán,
Trinidad -Tobago… Qué mejor sitio para aislar las perras que una isla… O, si
no, el centro de una grande y libre, como el centro financiero de Inglaterra,
la city londinense, una de las mayores lavamierdas del mundo. También están
camuflados continentalmente en diminutos estados, como Leichtenstein,
Luxemburgo, Mónaco, Vaticano… o en otros menos diminutos como la neutral Suiza
de las vacas lecheras y el abuelo de Heidi. O incluso en Delaware, uno de los
unidos de América.
España está muy bien surtida: Andorra, al norte, y
Gibraltar, al sur. Para que nuestros magnates y mangantes, que son la tira y la
madre, y de las mejores familias, lo tengan fácil y no se molesten mucho. Se lo
ponemos como la bandeja en misa… “Yo no sé nada, para eso, mi asesor”, como
messi-ánica jaculatoria. Que nuestro país esté tan bien “situado” no es
casualidad, si no causalidad. Somos una nación de naciones de evasores como
pocas del planeta tierra. Por eso los chiringuitos se han instalado cerca. Hay
mucha, mucha clientela que atender: políticos y empresarios corruptos,
banqueros sin escrúpulos, artistas, deportistas, famosos y famosillos, o
simplemente acaudalados… Aquí, el lema del escudo de armas es “tonto el último”,
y se tiene por privilegio hacerlo, y se le envidia y se ensalza al que puede y
obra. Las estamos pasando canutas y encima jaleamos y aplaudimos al que se las
lleva. Merluzos integrales es lo que somos todos…
Ahora resulta que los de Obama están mosqueados por
el silencio que, desde el 11-S, se detecta en el movimiento de dinero que
financia al terrorismo… Es increíble, ¿qué esperaban?.. ¿Que solo los
mercaderes de armas, y de la droga, y de la trata de blancas, y del crimen
organizado, y de la mafia, y de todos los hijoputas, sinvergüenzas, canallas y
criminales del mundo iban a tener derecho a esconder su dinero?.. Pues no. A
este selecto club, al que tampoco faltan algunas testas coronadas y reales
cortes, se les ha unido la casta terrorista. El dinero tiene todo el mismo
color, y no huele, ni se le pregunta el nombre. Por eso se le coge y se le
acoge sin mayores miramientos.
… Y cuando están todos junticos, todos igualicos en
un sitio, tanto dá de dónde vengan, dá gloria verlos, y sentirlos… Es la gloria
del más preciado y apreciado edén, la del jardín del bien y del mal, aunque
bastante más de lo segundo que de lo primero… La gloria maldita, vamos. Los
malditos paraísos fiscales.- No veo el momento que llegue el de la espada
flamígera y le arrime candela a todas las cuentas, a todas las cajas de
seguridad, a todos los depósitos, y bancos, y banqueros, y tenderos, y que arda
el monario entero… Que menudo negocio se montó la jodida serpiente, y menuda
camada que parió
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