Datos personales

Mi foto
TORRE-PACHECO, MURCIA, Spain
Escribidor, más que escritor, empresario, Juez de Paz de mi pueblo, colaborador de la fundación Entorno Slow, certificado por Global Reporting Initiative como técnico para sellos RSC - Responsabilidad Social Corporativa -, vicepresidente de COEC (Confederación Comarcal de Organizaciones Empresariales) y presidente local, tonto útil, etc...

miércoles, 7 de marzo de 2012

DE GNOSIS, IGLESIAS Y OTROS GRIALES.


En más de una ocasión, me han pedido que escriba algo sobre la iglesia, los gnósticos, el grial y los templarios, y todas estas cosas que en estos últimos tiempos apasionan tanto al personal. Bueno, ya lo intenté en su día un poquico… Lo que pasa es que este asunto está muy mediatizado por diversos y distintos intereses en juego, y no es fácil acercarse con rigor al asunto. Pero, enfín, trataré tan solo de dar una información, somera por tan poco espacio, desde el punto de vista histórico, que de momento es el único fiel, fiable y demostrable.

            Todo viene del 313 d.C., en cuyo Concilio de Nicea el catolicismo emergente, aliado a la política iglesia-estado del emperador Constantino, eliminó a todas las iglesias cristianas que no se avinieron a su asimilación en el pacto de poder. Así, los valentinianos, nestorianos, etc. que quisieron salvaguardar su conocimiento (gnósis) fueron perseguidos y masacrados por el nuevo órden de pensamiento único… y radicalmente falseado. Este pasaje está fielmente descrito por Amenábar en su película Ágora. Las primitivas comunidades proclamaban entre otras enjundiosas cosas, por ejemplo y en síntesis, que tal conocimiento fue recibido por Adán y Eva a través de Epinoia (iluminación), y nada de serpientes misóginas. O que Yahwé, ya vé, era un bandarra de mucho cuidado. Y que la salvación era cosa personal de cada cual con Dios, sin intermediación sacerdotal alguna… Ahí le duele, Carmele…

            Bien. Los pocos que se pudieron salvar del exterminio enterraron sus escritos y conservaron oculta la transmisión de su conocimiento (gnosticismo) de la dictatorial iglesia reinante. Sin embargo, la eclosición de su conservación se produjo siglos después a través de sus herederos naturales, que se habían aposentado y prestigiado por sus prácticas de renuncia, pobreza, humildad, sencillez y caridad a través de su único sacramento, el consolamentum, en todo el Languedoc francés y nordeste español. Fueron los cátaros, los albigenses, los valdenses… de cuyas fuentes también bebieron los templarios, si bien de una forma más oculta pero más beligerante. El enfrentamiento, soterrado, se produjo ante el “invento” por la católica de la doctrina de la transubstanciación (sagrada comunión) 1215 años después de Cristo, y la solución se logró como en la antigüedad: con la persecución y el brutal exterminio de todos. Sus principales bastiones, Lissieux, Narbonne, Montsegur, fueron aniquilados a sangre y fuego con la òrden expresa del enviado papal de que ni hombres, ni mujeres ni niños debían de salir con vida. “Matadlos a todos, que Dios reconocerá a los suyos”, fue la frase que quedó para vergüenza de la historia. También quedó instituído, para igual vergüenza de la misma historia, el Santo Oficio (inquisición) como órgano limpiador de herejes.

            Y siguen pasando los siglos, y en 1.947, en Nag Hammadi, norte de África, unos beduínos encuentran por casualidad, enterrados en unas cuevas, rollos de escritos gnósticos con el legado de aquella sabiduría antígua que quiso borrar de la faz de la tierra aquel catolicismo triunfante de su primera época. Y aparecen el Libro Secreto de Juan, y los Evangelios de Judas, y de Tomás el Dídimo (el gemelo), y de María Magdalena, y hasta del mismísimo Jesucristo, y el impagable Himno de la Perla… Y valiosos pergaminos cargados de la primera gnósis, por cuyo contenido y creencias fueron masacrados cristianos por católicos. Iglesia nueva contra viejas iglesias. Luego, dos mil años de ambiciones, disimulos, justificaciones. Enfín, lo de siempre, después de todo.

            Estos son los actos en las actas de la historia. En cuanto al Santo Grial, por tantos buscado y nunca encontrado, entra dentro de la literatura medieval que cantaron las gestas. Si es el cáliz de la Ultima Cena o es el útero de María Magdalena queda para la iconografía de la leyenda y el alimento de hipótesis sin contrastar. Yo, personalmente, prefiero creer que el Grial es el antíguo conocimiento, la auténtica Epinoia, aquello que jamás fué trastocado ni pervertido. La Verdad que no se vende en nombre de la verdad... Y es que Dios utiliza a los buenos y los malos utilizan a Dios

No hay comentarios:

Publicar un comentario