Y SE DICEN POBRES

El pasado año, el difunto Papa Francisco envió una carta al Colegio Cardenalicio para que se apretaran el cinturón ante los números rojos vaticanos (de 70 millones de euros en cuenta corriente).
Murió sin recibir contestación. Los cardenales se resisten a apretarse el cíngulo de sus copiosas y vergonzosas gabelas y estipendios… Desde luego, esta Iglesia curial no es la “Iglesia de los pobres” como cínicamente se define a sí misma.
Aquí, en España, aún es peor, pues nuestros Obispos siguen inmatriculando propiedades y patrimonios sin ningún tipo de freno ni vergüenza. Y encima, este Gobierno de izquierdas les exime de impuestos…
Miguel Galindo Sánchez / www.galindofi.com / miguel@galindofi.com
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