YAHVÉ ME LIBRE

La primavera trae de nuevo a que las golondrinas aniden en mi porche… Mi primer impulso es deshacérselo para que no ensucien con sus cagadas, a pesar de que, como dice Manuel Vincent, hacen dos mil y pico de viajes para montarlo y criar a sus polluelos.
Veo una foto de cientos, donde una mujer llora mirando su casa destruida por los israelíes y a sus hijos muertos, en la franja de Gaza… Allí tampoco les dejan anidar para formar una familia…
…Es casi lo mismo, me digo a mí mismo, trasladado del nivel de pollos de golondrina al nivel de seres humanos. Y yo no quiero ser ningún Netanyahu. De ninguna manera.
Miguel Galindo Sánchez / www.galindofi.com / miguel@galindofi.com
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