ELUCUBRACIONES
No lo sabía, y el otro día me
enteré: Trump tiene mi misma edad. O al revés, me da lo mismo. Me dio un
escalofrío tremendo… Luego, después, cayó en mis manos una lectura, claramente
“göre”, sobre el tal pajarraco, y sin duda que del submundo de los más burdos
bulos, y es que el personaje éste la había espichado hacía poco, que lo habían
puesto en manos de los mejores especialistas tanato-prácticos del mundo mundial
(como aquella película “La muerte os sienta tan bien”), y que, en un
visto y no visto, le habían devuelto la vida, por llamarla de alguna forma… Se
dice, se comenta, se susurra, que, en ese lapsus de tiempo intemporal, el
mismísimo Satanás in person, al que ya no aguantan ni en su infierno,
fue el que okupó su saleroso cuerpo. Y que, desde entonces – como también
predicen las Escrituras – gobierna en este mundo.
Como yo elucubro cosa mala, me
puse a pensar en detalle: si recuperamos las imágenes de su toma de posesión del
tal mundo y buscan a su Melania, verán la inapelable figura de una viuda rica:
negro, del más riguroso luto, tocada de sombrero ala ancha igual de negro que
oculta parte de su rígida seriedad… enfín, parecía estar en el entierro de su
marido en vez de en su entronización. Es más: cuando él amagó a darle un beso,
ella hurtó sus labios en un mohín entre asco y susto. Como si oliera a azufre.
No le apetecía besar a un resurrexit de color panocha, vamos…
Pero es que, si me pongo a
pensar y a distinguir, y a comparar, las diferencias de actuaciones nada más
empezar, desde su anterior y primer mandato, a éste, son brutales, por no decir
infernales… Ha entrado en la Casa Blanca con una energía demoníaca anormal a
sus 78 primaveras; amenazando a todo el mundo; chantajeando e insultando;
apropiándose de lo que no es suyo; firmando decretos como un poseso con ese
trazo picudo y espasmico que tiene; como un sismógrafo anunciando terremotos, y
mostrándola con la cara rabiosa bajo el mocho de pelo calabaza… ¿se han fijado
en el color de su piel?.. No es normal.
…Luego ve uno cómo, de qué
forma y manera, todo el mal que hay en el mundo se alinea con él, y se postra
como ante su príncipe: el de las tinieblas; que llamando a sus principales
belcebús en la tierra se preparan para repartírsela y dominarla… y, joer, no me
digan los que aún me leen, que no da cierto yu-yu el panorama que se nos
presenta. Toda la legión de mediocres demonios que estaban más o menos
agazapados, ahora aplauden, incontenibles, pululan a su alrededor, se
envalentonan desde sus países respectivos y se ponen a disposición de su amo…
Puedo ponerles nombres a todos y cada uno de ellos, desde los diablos mayores a
los más insignificantes, pero no hace falta, pues ustedes también los conocen.
Otra cosa es que los sigan (los voten), o no, claro.
Cuentos de vieja, me dirán… Posamí
Mevale, que se llamaba el tal. Pero ya Isaías, y Miqueas, y el
Detereunomio, y Romanos, y no digamos Apocalipsis 20:7-10, avisaban que “cuando
los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión, y saldrá a engañar
a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra; y a Gog y a Magog,
a fin de reunirlos para la batalla…”, etc., etc. La cosa sigue con más
detalles curiosos, hasta terminar en un “…y el diablo que los engañaba fue
lanzado en lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta,
y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos”.
Bueno, vale… al Gog y al Magog
creo conocer a quiénes se corresponden sus roles; pero o de la Bestia y el
Falso Profeta, se me confunden un poco. Por un lado, el surgir del falso
profeta en la figura de Trump, le viene como anillo al dedo en su papel; pero
por otro lado tampoco nadie hay más bestia que él… Y ahí me atranco un poco.
Pero bueno, pienso que si le damos tiempo al tiempo (y tampoco queda tanto de
ese tiempo) podremos ver el desarrollo de los aconteceres, y entonces
expresaremos el contenido de nuestros pareceres…
…Pues el de este artículo lo
tengo ya asumido como afantasmado y claramente discutible en plan serio… La
mayoría lo apartarán con una sonrisa perdonavidas; unos pocos pensarán que “tampoco
es que sea un disparate, pero, vamos…” y unos menos se callarán y guardarán
íntimamente un “porsiacaso” ahogado y reprimido. Sin embargo, de verdad,
en serio, yo no he escrito esto hoy aquí por acojonar al personal. No, ni mucho
menos. Solo he tratado de establecer un simple y elemental paralelismo, nada
más (y no comento lo del puñetero asteroide que apunta a nosotros y nos ha
anunciado su visita para dentro de media docena de años, porque sería otra
señal a interpretar).
Ya digo, lo mío es establecer
coincidencias paralelas, nada más… Si son coincidencias o consecuencias, si
casualidades o causalidades; si es que aparecen o solo parecen, cada cual lo
archive en su personal carpeta de pensamiento, o directamente lo tire a la
papelera… Lo único que quiero poner de relieve, si me lo permiten, claro, es
que todos y cada uno de nos, no somos ajenos a la fuerza que está surgiendo y
manifestándose, y que, como todo en este mundo, nada se da sin nuestro apoyo y
nuestro respaldo, y nuestra participación, sea por pasiva o por activa…
Y que sea lo que fuera esa fuerza encarnada, no es ajena en su misión y proceder a sus representantes políticos, nuestros votos, y nuestros apoyos o desapoyos, o nuestra más o menos fe puesta en ella. Que todos los que somos, aunque solo estemos, asumamos la responsabilidad que nos toca en los acontecimientos desde donde nos toque, aunque sea desde nuestra pluma, lengua o simple pensamiento… Y como diría mi amigo Antonio: que Dios reparta suertes.
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ
/ www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com
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