EUROPA
Los nacidos siendo ya europeos no van a sentir lo que yo siento, pero los de mi quinta entenderán de lo que hablo… Los que nos parieron atrapados en la espesa y asfixiante anomalía de una dictadura, la franquista; criados y enredados en una realidad mezquina, obsoleta y casposa, mirábamos en dirección a los Pirineos (nuestra entonces Meca) como los niños embelesados por la utopía de los Reyes Magos… Los de “trasosmontes” eran más modernos, más finos y educados, más cultos y felices, más guapos y más altos, y, sobre todo, más libres. No como nosotros, tutelados por una tiranía en un limbo de que éramos los mejores – la Reserva Espiritual de Occidente – estando a la cola de todo, sin opción a nada de lo que ellos tenían y disfrutaban, y en la más absoluta indefensión si osabas opinar lo contrario en voz alta.
En nuestra casa, una vez al año, aterrizaba en la estación del tren un enorme paquete para nosotros, que venía etiquetado con nuestras señas desde Francia. Era el símbolo de la abundancia. Nos lo mandaba mi tío Jesús, que tras largarse escopeteado y pasarlas canutas en sus campos de refugiados, ponerse a trabajar, colocarse y prosperar… y, de paso, procurarnos a nosotros una noche de fiesta y callada admiración. Aquella caja olía a buen café y excelentes exquisiteces, a buena ropa, buen calzado, buenos regalos, buen todo… Venía de otro mundo, olía a otro mundo, era otro mundo lo que salía de esa caja mágica; porque Francia era Europa, y Europa no era España, pero aquí soñábamos con ser allí.
Y, en efecto, con el tiempo lo conseguimos. No fue fácil, hubo que hacer encajes de bolillos, pero fuimos de ellos con ellos. Ahora somos europeos… Y aunque muchos no lo hayan conocido y otros muchos lo hayan olvidado, nos hizo mucho bien, pues nos sacaron de la escasez y nos homologaron las libertades, y se nos consoló en las penalidades. Era la caja de regalos que mi tío nos mandaba… Los fondos europeos estuvieron tirando de nosotros y tapando huecos y trampas hasta modernizar este país, y hacernos parte de un proyecto de comunidad basado en la democracia, la solidaridad, la prosperidad y los derechos humanos… Al menos hasta ahora, claro, hasta la aparición de las también mentiras, contradicciones, hipocresías y tropezones. Pero tiene su explicación, por supuesto, y es que hoy tampoco los políticos son los mismos, ni de la misma calidad, ni mucho menos de la misma cualidad, ni del mismo cuajo de los que levantaron la UE. Desgraciadamente, no lo son.
En la actualidad, el nivel es ínfimo: demagogos, tahúres, aprovechados, mercachifles, cuentistas, asaltaleras, trileros… es lo que abundan en el estadismo de las instituciones comunitarias. Y lo peor de todo, es que el fascismo absolutista y enemigo de la libertad que entonces padecíamos aquí, hoy invaden parte de los países de esa misma Europa: Orbán, Winder, Le Pen, Meloni, Salvini, Abascal, imponen al continente su grupo “Patriotas” de ultras y neonazis… Ya no es la Europa que soñamos ni la Europa a la que nos agarramos. La Europa de la pluma y los acuerdos está cediendo a la de la fuerza y el chantaje. La de la seguridad está cediendo terreno a la del miedo. Hoy es una Europa cobarde, encogida, mezquina, indecisa, que está dejando de ser patria de las libertades y de los derechos humanos, porque ha acogido en sí misma a los enemigos y verdugos de la democracia en nombre y representación de la propia democracia… Casi prefiero aquel franquismo descafeinado del último tramo de la dictadura, que lo que estamos montando, o desmontando, actualmente.
En el Siglo IX, Carlomagno casi logró una Europa unida por la fuerza de la espada… Tampoco era plan. Ni convincente, Luego, después, la CEE del 57 vino por la fuerza del dinero, y tan poderoso caballero centró las bases para la que vino seguidamente y hoy conocemos y/o estamos desconociendo. Porque la estamos poniendo en serio peligro. El nuevo y violento desorden mundial con que amenaza Trump y sus acorazados alacranes de la tecnología y del capital, está teniendo eco y aplauso en los europeos de Patriots… El besaculos organizado por Abascal en Madrid con tan tétrico grupo hacia el onagro americano es vergonzoso hasta el vómito, y a la vez para echarse a temblar.
Trump quiere repartirse el planeta con China y Rusia, e implantar una plutocracia mundial; y el resto de miserables ladradores son los perros, la jauría alimañera que se conforman con el hueso más descarnado que les tire el amo… Por eso Europa es hoy más débil que nunca: porque el enemigo es muy poderoso, a la vez que ella está minada por vendidos traidores del nazismo más redivivo. Necesitará la alianza de todos los dioses del Olimpo para salir victoriosa de tan dura batalla. Ojalá y los Idus nos sean propicios.
En este punto y momento me detengo y voy a la cocina a prepararme un café… Cuando vuelvo y lo retomo, y repaso un poco lo hasta aquí escrito, me doy realmente cuenta que estoy defendiendo algo que, a lo mejor, o a lo peor, no es lo que la gente quiere, sino lo que queremos cuatro jodidos gatos incluyéndome a mí mismo… y que puede que este artículo sea recibido a base de pitos y salivazos, o con franco regodeo en el mejor de los casos. Y caigo del garito al que estaba subido, porque lo que defiendo tan quijotescamente no es lo que el personal quiere, porque el personal lo que quiere es lo que vota; y vota aquello que yo critico y a lo que me opongo. Precisamente.
¿Qué no?.. ¿Entonces por qué Vox es la tercera fuerza más votada, y la segunda en intención de voto en España?.. Por ejemplo. ¿Y quién ha votado a Meloni?.. ¿y a Orbán?.. ¿y a Wilders?; ¿y a los recién de extrema derecha austriacos?, ¿y a los alemanes?.. Seguro que ni los de Marte ni los de Saturno han sido; tampoco los de Urano. Hemos sido nosotros, en libertad y voluntad, metiendo nuestro voto en la urna con su papeleta. Dicho en román paladino: aquí estoy yo, diciendo tontás, cuando la ciudadanía española y europea está apoyando de nuevo a estos Hitler de nuevo cuño…
Y aupándolos al poder; y jaleándolos en el resucitar del peor nazismo de todos los tiempos. Si no queremos la democracia, derrotemos la democracia a través de la democracia, ¡qué leches!.. Reinstauremos a los nuevos bárbaros y que nos traigan una nueva edad media, ¿por qué no?.. Así que apago aquí, me retiro poniendo distancias con mi arriesgado error, y me voy a poner velas y rezarle un novenario a Santa Rita. Ahora por mí, no por nadie, claro… Por si acaso.
Miguel Galindo Sánchez / info@escriburgo.com / www.escriburgo.com
Comentarios
Publicar un comentario