OSCURANTISMO

España ha sido un país oscurantista durante casi toda su Historia… Y pongo el “casi” porque, desde Fernando VII acá, en que los españoles eligieron a un jenífaro por rey, antes que la ilustración que nos ponía Francia en bandeja de plata, tan solo los relámpagos de luz de la Ley Moyano, precursora de la Institución Libre de Enseñanza, de Giner de los Ríos, y algún fogonazo en las Repúblicas, el resto nos ha venido todo bajo el confesionalismo ortodoxo y retrógrado, que, además, hemos aceptado tan ricamente. Fíjense tan solo en un detalle entre muchos ejemplos:
En Septiembre del 36, una pequeña editorial de Getafe (Bergua) fue la última que publicó el “Origen de las Especies”, de Charles Darwin… Se tardó treinta años en que ese texto volviera a salir a la luz en España. Si este dato no es como para avergonzarse, ya me dirán ustedes… Cuando Julio Anguita soltó aquella lapidaria frase suya de que “la guerra civil la ganaron los curas y la perdieron los nuestros”, llevaba más razón que un santo de los que él no creía, por cierto. Este país tuvo que acercarse al siglo XXI para volver a editar las teorías evolutivas darwinistas. Pero, no nos engañemos, de un lugar dónde se elimina la filosofía y la ética para que los alumnos no aprendan a pensar por sí mismos, y se dejen pensar por los que mandan o por los que demandan, lo dice todo.
Ya al día siguiente del golpe de estado franquista, el diario ABC publicaba el vómito del Tte. General de la Guardia Civil, B. Ibáñez: “Bravos muchachos de la Falange Española recogen en quioscos y librerías centenares de ejemplares de escoria literaria que son quemados como se merecen”… Ha pasado casi un siglo, y hoy, allí donde esa misma falange de Vox gobierna con el PP, aún no los quema, pero los prohíbe, como prohíbe toda manifestación cultural y/o artística que no se avenga a sus principios inquisitoriales. Y a nuestros conciudadanos no se les mueve ni la caspa del pelo.
Los nazis también quemaron libros, al mismo tiempo que quemaron judíos y a otros. La cultura, el conocimiento, la inteligencia, eran, siguen siendo, sus principales enemigos… Sus herederos hispanos no dudarían en economizar haciendo una pira conjunta de libros y moros. Sigámoslos votando y demos tiempo al tiempo, que todo podría llegar. Todo está en nuestra propia Historia… Antonio de Luna, profesor y nazi, en la Universidad de Madrid, a la vez que hacía gala de ser amigo de García Lorca, brazo en alto y cara al sol, arengaba: “para edificar a España una, grande y libre, condenamos al fuego los libros”… Se me dirá que esto es una parte oscura de nuestra historia más o menos reciente, y que, de la democracia acá, bla, bla, bla…
Y sí, efectivamente, bla, bla, bla… Estoy de acuerdo que, en la dictadura, más de la mitad de los maestros fueron represaliados, y la otra mitad, con “más hambre que un maestro escuela”, como se decía de ellos todos, fueron obligados a educar con el Catecismo Ripalda en una mano y la Formación del Espíritu Nacional en la otra, y sobre la mesa una buena vara rascalomos… vale, es verdad, pero no es menos cierto que, después, esa más o menos supuesta “Libertad de Cátedra” de la que tanto se hablaba, tampoco se practica, y no deja de ser más que un buen deseo más que un hecho real.
Me remito de nuevo a esas Leyes y Planes de Estudios que encorsetan más que liberan. Pero, si aún tienen dudas, les voy a transcribir una Resolución del Ministerio de Educación, publicada en el mismísimo Boletín Oficial del Estado, el 24 de Febrero de 2015, sí señor y señora, hace tan solo que una década, sobre cómo aplicar la enseñanza de Religión: “Dios ha creado al ser humano para que sea feliz con Él… Los relatos bíblicos de la Creación y el Paraíso ejemplifican bellamente la finalidad de la creación de la persona y del mundo entero para su servicio”… y por si fuera poca catequesis en el propio BOE, aún se añade en el mismo: “El ser humano pretende apropiarse del don de Dios prescindiendo de Él. En esto consiste el pecado. Este rechazo de Dios tiene como consecuencia en el ser humano la imposibilidad de ser feliz”…
Puro B.O.E. de un Estado que se autoproclama laico y liberal… Pues ni lo uno ni lo otro. Esto a lo que apesta es a ese Concordato Vaticano que sigue metiendo sus narices en asuntos de gobiernos ajenos que no les importa a su club de obispos ni a papa alguno. Y eso atenta contra muchas cosas que debieran ser libres, y no lo son… Pero es que pasamos de Rajoy a Sánchez, y, salvo alharacas infundadas, su izquierdismo sumiso sigue mandando al Papa a sus ministras con peineta y vestidas de manola, en socialista genuflexión. Seguimos siendo catequizados desde Roma, por la Gracia de Dios.
Por eso mismo decía al principio, que, en el fondo, somos un país de oscurantistas disfrazados de lo que toque en cada momento de nuestra Historia. No somos capaces de dar la cara y arriesgar el tipo por nada que contravenga al palio bajo el que nos protejamos; y, claro, preferimos el calor y el anonimato protector del oscurantismo y de la salida en procesión. Bien por intereses de nómina, bien por pura comodidad, bien por puñetera cobardía… Somos muy de hacer lo que se nos manda, y de partirnos la cara por si eso es penalti, o no. El foco de la dignidad lo tenemos claramente desenfocado, y aún andamos pidiéndole permiso a los de Yahvé para ir a mear…
Miguel Galindo Sánchez / info@escriburgo.com / www.escriburgo.com
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