HOY

 

Hoy me he levantado de la cama con el nervio trigémino soliviantado; hoy, precisamente, que tengo programa radiofónico; hoy me han llamado los de Acnur por si apoyo una acción social en Gaza; hoy he mantenido con un buen amigo como tema de conversación todos estos casos y cosas; hoy me han pedido de Médicos sin Fronteras que escriba algo sobre este desgraciado desastre; precisamente hoy que me duele a rabiar la boca, oído y ama; hoy también me piden desde Hey una colaboración sobre ese mismo tema palestino; hoy me doy cuenta de lo que se parece Hey a Hoy, que tan solo cambia una puñetera letra, y tampoco mucho…

Desde la fundación de la asociación de Amigos del Pueblo Saharaui, en que compartí viajes y aventuras al desierto con mi amigo Joaquín y tantos y tantas camaradas de aquello, y en que tuve mi primer encuentro personal con los de Acnur, que quisieron nombrarnos comisionados de la Onu para con aquello… que apenas he tenido algún contacto esporádico con ellos. Algunas tres o cuatro veces. Pero sigo asociado, claro. En mi primer viaje, en los asentamientos había un brote de cólera, y los de M.S.F. nos aislaron unos días hasta haber asegurado una zona semisegura, antes de repartirnos por las wilayas (campamentos) de destino, a dónde llevábamos las ayudas en viejos aviones fletados a la fuerza aérea argelina… Los del Frente Polisario nos recogían en sus destartalados camiones, y, desde el puesto base de Tinduff, adentrándonos en la Hammada (infierno) del desierto saharo-argelino, desconectábamos del resto del mundo.

Es de las más bellas experiencias de mi vida; de las que guardo los mejores y más inolvidables recuerdos… Sin embargo, lo reconozco, no resiste una reflexión modélica sobre aquella aventura. Sinceramente: ¿obré con responsabilidad?.. En aquella época yo tenía que mantener una empresa y una familia, y un montón de responsabilidades sobre mis lomos. Y era un jodido autónomo sin ninguna cobertura ni protección social, pero con muchos compromisos  para ayudar a la subsistencia de los míos… Ya arriesgaba sabiendo que, pasado Tinduff, se desaparecía en aquellas inmensas e incomparables dunas de arena ardiente, o bajo aquel inigualable cielo de estrellas, y que nadie se enteraría de nada… ¿no fué una irresponsabilidad por mi parte?..

Lo digo aquí, y ahora, porqué habrá opiniones de todos los gustos… Sin embargo, hoy, que ya nada ni nadie depende de mí; que solo respondo por mí mismo para mí mismo; que mi conciencia se libera de ataduras, resulta que ya no valgo para nada; que sería una carga colateral, un lastre, y de poca ayuda; y también, por lo tanto, lastraría mi conciencia a las conciencias de los otros, que a su vez se lastrarían a mí como buenos samaritanos… Resumiendo, y en las menos palabras posibles: entonces pude hacer aquello que quizá no debí hacer, y hoy que tengo menos débito con nada ni con nadie, no puedo aunque quisiera poder. La impulsividad y la reflexividad forman parte importante de un juego en el que hay que arriesgar mientras se pueda, claro.

Un amigo cura (Jesús Arias se llamaba, por si alguno lo recuerda), un cura de los que dejaba la puerta abierta de su casa para quién necesitara cobijarse o servirse de algo – tanto de noche como de día – y del que mantengo hermosos recuerdos y anécdotas, solía decirme de vez en cuando: “tú no eres de conciencia tranquila”, y llevaba más razón que el santo que él mismo era. Me conocía bien, y es verdad que apenas recuerdo alguna vez que haya estado en paz con esa conciencia (solo ahora estoy aprendiendo un poco a convivir con ella en paz), cuando ya estoy cercano a la salida.

A primeros de los setenta me metí en un berenjenal por los entonces contactos de la Iglesia vasca con la gente de Eta, en que escribí una serie de artículos, luego radiados, y que tomé contacto (en realidad ellos lo hicieron conmigo) con los del Opus, que me amenazaron a base de bien; y luego con los de Amnistía Internacional, en aquella época no reconocida en España por el régimen franquista. Tan solo ratificarles que, hiciera lo que hiciese o dejara de hacer, nunca obtuve entera satisfacción en mi puñetera y jodida conciencia.

Pero todo eso fue ayer, un tiempo pasado, detenido, entretenido y vivido… Hoy es hoy, como inicio por título este artículo de hoy. Y tampoco me he reconciliado absolutamente del todo con mi conciencia, aunque empiezo a hacerlo, lo confieso… Aún me pregunto si hago lo suficiente (que sé que no) o si hice lo bastante (que creo que tampoco)… Un amigo me dice – Dios lo bendiga – que me he metido en infinidad de charcos como para que mi conciencia me siga interpelando. Pero es que no es eso, le respondo, es que soy yo el que interpela a mi conciencia…

No se trata de lo que hice (que bien o mal hecho está), se trata de lo que no hice, no sé si sabré darme a entender.. Mi ayer puede que forme parte de mi hoy, cierto, pero mi hoy es Hoy; y hoy no dispongo de lo que disponía ayer, o eso, quizá, sea la excusa que manejo para conmigo mismo, la verdad, no lo sé… Intento racionalizarlo todo dentro de un sentido correcto, sí, vale, de acuerdo, pero… ¿qué es correcto hoy?..

El mundo que hoy es, no es, precisamente, el resultado de un buen hacer… La insensatez, la incompetencia y el no-compromiso han fabricado una sociedad hedonista y consumista por los cuatro costados del orbe en la que solo miramos nuestro propio bienestar y ombligo. Entiendo lo que está pasando, pero no lo comprendo. Mi puta conciencia no me lo permite. ¿De qué vale, entonces, lo que uno a hecho, o quizá, deshecho?.. Lo único que nos queda es el propio Hoy, el registro de un día tras otro, que, a veces, se empeña en traernos recuerdos de lo que pudo ser y no fué, pero hoy es; de una experiencia que se diluye en la existencia… Quizá que ustedes, aquellos que me lean, puedan – o no – llegar a intuir lo que quiero decir. Pero, óigan, que tampoco pasa nada, monada…

        Miguel Galindo Sánchez / info@escriburgo.com / www.escriburgo.com

Comentarios

Entradas populares de este blog

ASÍ LO CREO YO...

ANTONIO, EL CURA.

RESPONSABILIDADES

PATRIAS

VOTEMOS DEMOCRACIA

HAZ LO QUE DEBAS

¿CON QUÉ DERECHO..?